miércoles, 22 de marzo de 2023

LA FUNCIÓN PASTORAL DE LA CONSERVACIÓN Y DIFUSIÓN DE LOS BIENES CULTURALES DE LA IGLESIA

 

        La idea de esta exposición es hablar un poco y ver de qué manera la visita guiada a un Templo es en sí una tarea pastoral y espiritual. Vamos a ir viendo cómo los diferentes documentos que la Iglesia ha ido sacando al respecto, hablan de estos encuentros como de un momento también de evangelización. 

 

          Voy a desglosar principalmente la Carta Circular sobre la Función Pastoral de los Museos Eclesiásticos [1] que sacó, en su momento, la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia.

         Es muy completa y hecha por pensadores y por museólogos del Vaticano, con su larga experiencia en Museos, y habla de la naturaleza y tipología del Museo Eclesiástico, de su Organización, (con aspectos bastante técnicos como gestión, seguridad, personal, colecciones, etc) y de la Formación de agentes y guías. 

        Quienes estamos insertos de una u otra manera en estas instituciones tenemos una misión de enorme importancia y trascendencia, tanto en lo histórico y patrimonial como en lo que la Iglesia espera de nosotros.

     Acerca de los llamados Bienes Culturales de la Iglesia ya vienen hablando los últimos Papas, sobre todo a Juan Pablo II, que con su enorme sensibilidad estética valoraba este aspecto del arte como una dimensión fundamental del ser humano.

      Pero, además, es una inquietud de siempre, de la Iglesia.

     Inquietud que comprende varios aspectos: Uno, la función del arte y de la belleza dentro del culto; otro, la actitud continua de la Iglesia de acompañar a las diversas culturas tomando de cada una sus mejores expresiones.

     Y por último la preocupación por el cuidado y preservación de esos bienes para que sigan siendo un testimonio del camino recorrido por la Iglesia en el culto, la catequesis, la cultura y la caridad.

          Vamos a dejar de lado ahora esos dos primeros aspectos, para ocuparnos del tercero.

           

Esos bienes culturales de que hablamos, ¿cuáles son?

            Se trata tanto de bienes muebles como de inmuebles.

O sea, de edificios (iglesias, conventos, etc) y de: obras de arte (pintura, escultura, decoraciones, tallas, ebanistería, etc); vasos sagrados (cálices, copones); adornos; relicarios; exvotos; ornamentos litúrgicos; retablos; instrumentos musicales; manuscritos; libros;  grabados; impresos; documentos; partituras, etc.

 

Todo ese patrimonio cultural debe su identidad al uso eclesial, y, por tanto, no debe ser sacado de ese contexto.

Son elementos que están íntimamente unidos a la vivencia eclesial ya que están documentando un camino recorrido por la iglesia local o incluso universal.   

De ahí la enorme importancia de prepararnos para poder dar una adecuada y correcta valoración global y contextual de esos objetos.

 

Debemos comprender que, como señala la Comisión Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia, el verdadero disfrute de esos bienes se produce fundamentalmente en el contexto cultural cristiano y que debemos entonces poner siempre de relieve el espíritu de cada una de las obras que se muestran.

 

        Se desprende de aquí la enorme necesidad de conocer la historia, circunstancias y motivaciones que dieron origen a cada una de las piezas.

 

Yendo más a lo concreto, esta formación debe abarcar tres aspectos: la formación histórica, la educación estética y la interpretación espiritual.

 

Las dos primeras ya las estuvimos viendo y se pueden seguir profundizando con la numerosísima bibliografía que existe, y algunos ya la han recibido en las distintas carreras.

 

La última resulta indispensable para la tarea de guiar en una iglesia o museo eclesiástico, por todo lo que ya mencionamos.

 

Por ello es importante conocer o, investigar, si nos hiciere falta, acerca de la liturgia, sus elementos, los ritos, las celebraciones. Reformas importantes, sobre todo cuando vamos a estar tratando con elementos de cierta antigüedad.

Los sacramentos. Los sacramentales. La vida consagrada, su sentido. La vida conventual. La Liturgia de las Horas. Las principales figuras del santoral, con su biografía, su actuación en un tiempo y lugar, su carisma, los atributos con que se los representa, etc.

 

Y para comprender todo esto, preguntarse el porqué de ciertos acontecimientos, personajes y hechos e indagar en la historia de la Iglesia, al menos a grandes rasgos y desde una perspectiva seria, profunda y objetiva.

 

De esta manera, las piezas van a ser consideradas no sólo en su valor estético sino en su dimensión de medio para la acción pastoral y resguardando un sentido de autenticidad. (ej: un portaviático del s.XVIII en plata repujada. Explicar acerca de la platería, sus técnicas, el autor, etc. pero sin dejar de mencionar que era un elemento que servía para llevar el viático a los enfermos y que aún hoy se lo lleva en cajita especialmente trabajada, etc.)

 

Dicen los Obispos de España:  (cfr “La razón de ser del Patrimonio Cultural de la Iglesia:la Catequesis”, Com. Episcopal de Patrimonio Cultural. Segovia, España. Julio 2009) 

 

“El Patrimonio Cultural presenta un compendio de la Doctrina Cristiana (catecismo) que tiene a Cristo como centro. Narra los hechos de la Salvación  (…) y lo hace con el lenguaje de la imagen, de signos, de símbolos y de expresiones artísticas. Es una fe que ha llegado a la cultura…”

 

Y agrego una cita del P Alfredo Sáenz. “En una civilización como la actual , que se ha dado en llamar “civilización de la imagen”, en un mundo (inmerso) en toda suerte de imágenes violentas, eróticas, comerciales, imágenes impactantes y seductoras, se hace más necesario que nunca la presencia de la imagen pura, de la imagen santa, de la imagen que haciéndonos sensibles a la verdadera belleza, la de Dios y su creación, eleve nuestro corazón, (...) y nos conduzca a lo alto."

 

            Tomemos también otro aspecto importante a tener en cuenta en cuanto a agentes de cultura de una parroquia. Se trata del sentido de acogida que se puede dar al turista y al público en general.

          

  Que los cristianos, operadores o usuarios del turismo, impriman siempre en la actividad turística el sello de un espíritu evangélico, recordando la exhortación del Señor: "Cuando entréis en una casa, decid primero: Paz a esta casa. Si hay allí gente de paz, vuestra paz recaerá sobre ellos" (Lc 10, 5-6). Sean ellos testigos de paz y ofrezcan serenidad a cuantos encuentran.

La iglesia abierta a la visita de turistas y visitantes se ofrece como un lugar de calma, de belleza, de hospitalidad, rica en tesoros y en historia.

Su disponibilidad y la de aquéllos que reciben a los visitantes les habla de la generosidad de Dios para con los que se dejan invitar a entrar en su morada.

Isabelle Renaud-Chamska, Presidente de Art, Culture et Foi / Paris

 

Esta tarea pastoral implica

*Renovada profesionalidad. (Formación histórica, educación estética, interpretación espiritual)

*Profunda humildad (estamos anunciando una Verdad no nuestra)

*Un diálogo atento. (Disposición hacia el visitante)

*Una apertura disponible (nos enriquecemos con todo lo que el visitante trae)

 

Qué enseñar a través de las Visitas Guiadas:

 

        -El sentido de la historia tejida de vida diaria y de grandes acontecimientos (De aquéllos que construyeron el convento y de los que lo mandaron construir. De los que lo transitaron: santos, conocidos y no conocidos, historia, gente común. De los que la transitan hoy…) Pensar en las motivaciones no sólo materiales, económicas… Analizar actitudes y personajes según la época en que vivieron.

        -La influencia del cristianismo a lo largo de los siglos en los diversos contextos socioculturales. Informarse, estudiar. No tomar datos que no son tales sino opiniones… Buscar fuentes.

        -Que los Bienes Culturales de la Iglesia son particularmente significativos para toda la sociedad. Como ya dijimos, son testimonio. Además, la Fe genera belleza, por eso el gran aporte del arte cristiano a la sociedad. -Que la característica eclesial de esos bienes es el anuncio del Evangelio. Fueron creados para ello. Una característica especial de los Bienes Culturales de la Iglesia: que pueden volver a su uso…


            Para terminar, algunos tips muy prácticos para cuando se da la visita:


-Voz clara y fuerte.

-No dar nunca la espalda al público mientras se explica. (tener en cuenta “a la derecha, “a la izquierda”…)

- Tomar la temperatura del grupo: si se están aburriendo recortar, intercalar chiste, anécdota, pregunta.

- Manejar con discreción y amabilidad a los “charletas” del grupo para poder cumplir con el tiempo.

- Tener pensada una frase para responder simpática y sinceramente a una pregunta que no se conoce (Qué buena pregunta, no tengo ese dato, lo vamos a investigar…etc)

 

 El Guía 

“Jesús mandó a Pedro y a Juan con este encargo: vayan a preparar lo necesario para que comamos la pascua. ¿Dónde quieres que la preparemos?, le preguntaron. Jesús les contestó: Así que entréis en la ciudad os saldrá al encuentro un hombre con un cántaro de agua; seguidle hasta la casa donde entre; y al amo de la misma le decís:  El maestro pregunta: ¿Dónde está la sala donde he de comer la pascua con mis discípulos? Y él les mostrará una sala grande provista de triclinios; disponed allí lo necesario…” (Lc21, 8-12)

El papel de ese hombre del que nadie conoce su nombre pero elegido desde siempre por Dios, es nuestro papel en esta tarea: guiar a la gente para su encuentro personal con Dios. A través del arte. Y nuestro cántaro es nuestra preparación, que puede pesar, pero que está llena del Agua de la Gracia.

Y, tanto que hablamos de conservación en un museo, se me ocurrió hace unos años esta reflexión:  conservar, no para acumular, guardar, archivar llenas de polvo muchas cosas, sino hacerlo como María, que “conservaba estas cosas en su corazón” para, como Ella, hacer que den mucho fruto a través del Espíritu Santo.

           

Cristina Devoto de Bach

Museóloga



[1]  CARTA CIRCULAR SOBRE LA FUNCIÓN PASTORAL DE LOS MUSEOS ECLESIÁSTICOS. Ciudad del Vaticano, 15 de agosto de 2001.

lunes, 17 de octubre de 2022

Imaginería "colonial". Tipos de imágenes y sus técnicas

 

1    Imagen De Talla Completa:

    También llamada “de bulto” o “de palo”. Esculpida totalmente en madera o piedra. No necesitaba agregados. Se han tallado y decorado tanto la cara, pies y manos, como las vestimentas y atributos.

    La medida de la cara daba el compás,  que se repetía nueve veces para diseñar el cuerpo.

El mismo santero fabricaba los ojos que eran generalmente de vidrio, también de cascarón, pintados al óleo y colocados desde dentro hacia afuera en los orificios hechos en la cabeza.

El dorador comenzaba su tarea una vez terminada la escultura: la preparación consistía en el estucado (una mano de yeso, cola y agua) que luego era pulida. Sobre este se aplicaban varias manos de sisa, que tiene como principal ingrediente el Bol de Armenia, una tierra roja que actúa como mordiente. Allí se colocaba la lámina de oro. Una vez bien seco, se pulía o bruñía con piedra ágata.

Y sobre esto podía hacerse el  estofado que consistía en aplicar pintura, lo más frecuentemente de colores azul, verde y rojo. Luego con punzón de madera o hueso se iba descubriendo el oro en forma de puntos, líneas,  flores, arabescos, etc.






Los motivos del estofado, junto con la técnica escultórica, son datos muy importantes para distinguir la procedencia de la pieza.

En la cara, manos y pies se aplicaba el  encarne, que podía ser: de pulimento y mate.

El primero tenía varias manos de yeso, cola y albayalde (carbonato de plomo, de color muy blanco). Se lijaba entre una y otra y quedaba con una apariencia de porcelana, transparente y frágil.

El encarne mate, en cambio permitía más riqueza de matices.

Los colores se esfumaban, estando aún frescos, con vejiga de carnero húmeda, curada con agua y sal.

Un buen encarnador lograba una perfecta armonía entre el color y el modelado, acentuando el carácter y la expresión. La piel varonil era morena y la de mujer y niños, más sonrosada. Los detalles de la piel se marcaban en cada lugar. Por ejemplo las venas eran marcadas con color azul y cubiertas luego con una veladura o esmalte color piel.

   Señor de la Humildad y la Paciencia. Atribuido a Esteban Sampzon. Madera tallada y policromada. Buenos Aires, Siglo XVIII.
Señor de la Humildad y la Paciencia. 
Atribuido a Esteban Sampzon. 
Madera tallada y policromada. 
Buenos Aires, Siglo XVIII.

Cejas y pestañas se dibujaban con pincel de un pelo.

El Barniz  Chinesco A la pieza dorada o recubierta con lámina de  Plata se la cubría con fina capa de color, casi transparente. Luego se barnizaba, logrando los colores un reflejo metálico.

 

 

 

 



 2- Imagen De Vestir o De Candelero, o De Bastidor: Tipo de imagen originaria de España, que en América se trabajó mucho por razones económicas y sentimentales.

        Las había de distinta construcción:

1.      Figura con busto de madera sin modelar, sostenido por un armazón de listones. A veces con pies.

2.      Cuerpo de madera con formas apenas modeladas. A veces con pies.

3.      Figura con busto sin modelar y el resto del cuerpo tallado imitando faldas.

4.      Figuras todas articuladas para representar imágenes sentadas o yacentes, Cristos que se descendían de la cruz, etc.

5.      Algunos Nazarenos tienen el cuerpo tallado en forma muy general pero puestos en su posición propia: arrodillados o cayendo bajo el peso de la cruz.

También se llegaron a desbastar imágenes para ponerles vestidos…( Nuestra Señora de las Nieves, iglesia San Ignacio de Buenos Aires)

 

3  De Tela Encolada. 

El alma de la figura es de madera, a penas esbozada. La tela era empapada en yeso y cola y colocada formando pliegues que, una vez secos y duros permitían el dorado, policromado o estofado. Este procedimiento suplía la falta de buenos talladores.

Existen algunos casos de imágenes de talla completa con agregados de tela encolada.

LA FUNCIÓN PASTORAL DE LA CONSERVACIÓN Y DIFUSIÓN DE LOS BIENES CULTURALES DE LA IGLESIA

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